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Te invitamos a descubrir la historia de este distrito obrero a través de su arquitectura más representativa: la vivienda popular o las casas de estilo neomudéjar, hoy amenazadas con el derribo y la completa desaparición.

 

Conoce también sus más recientes luchas, como las reivindicaciones de los vecinos y vecinas para recuperar el centro de salud de la calle Villaamil, cerrado desde junio de 2021.

 

Y disfruta de su gastronomía internacional. Desde Plaza de Castilla hasta Cuatro Caminos, se puede visitar el mundo bocado a bocado.

 

 

 

 

Desde finales del siglo XIX, en Tetuán se asentaron miles de personas que salieron de los pueblos y campos españoles en busca de una vida mejor. Estos migrantes rurales no olvidaron sus orígenes, su vida comunitaria y sus oficios, y así lo reflejaron en las humildes viviendas que construyeron, muchas de las cuales contaban con patios traseros donde se criaban gallinas, conejos y otros animales.

 

A estas casas bajas, se sumaron los edificios de estilo neomudéjar que alegraban el paisaje urbano con sus complicadas formas y arabescos realizados en ladrillo.

 

 

 

 

En junio de 2021, el viejo centro de salud de la calle Villaamil cerró sus puertas para siempre, dejando sin servicio a más de 24.000 personas.

 

El motivo oficial eran los graves desperfectos que sufría desde hace tiempo, especialmente humedades y goteras. Sin embargo, solo un mes después de su cierre, apareció un cartel en la puerta informando sobre la retirada de amianto.

 

Lo que se anunció como un cierre temporal se ha alargado ya más de un año y medio,

y los vecinos y vecinas siguen reclamando una solución.

 

 

 

 

Desde mediados de los años 2000, personas migrantes de diferentes nacionalidades han llenado de vida, color y sabores exóticos este madrileño barrio y lo han convertido en un referente de convivencia intercultural. Actualmente, el 20% de la población de Tetuán es extranjera.

 

Restaurantes ecuatorianos, peruanos, tailandeses, indios... la oferta gastronómica es infinita. Esta variedad también se refleja en las tiendas de alimentación, fruterías y mercados del barrio, donde productos como el cilantro, el choclo, el ají o el queso latino se han vuelto imprescindibles.

 

 

LA VIVIENDA POPULAR

 

 

 

 

UN BARRIO SIN CENTRO DE SALUD

 

 

 

EL MUNDO EN UN MORDISCO