En Tetuán conviven dos tipos de viviendas tradicionales: las casas bajas y los edificios de ladrillos de estilo neomudéjar. Este tipo de edificaciones no son exclusivas del distrito de Tetuán, sino que son características de los barrios obreros de Madrid como Carabanchel, Vallecas o Villaverde.

Estas edificaciones surgieron a partir de finales del siglo XIX cuando miles de personas llegaron a los arrabales de Madrid procedentes de zonas rurales en busca de trabajo y una vida mejor. Estos migrantes rurales construyeron casas bajas muy similares a las de los pueblos de los que procedían. En aquel momento Tetuán era aún una dehesa y la disponabilidad de espacio hizo que la mayoría de casas dispusieran de patios traseros que se separaban unos de otros mediante tapias bajas. En esos patios, se cultivaban huertos y se criaban vacas, conejos, gallinas y otros animales domésticos.